domingo, 14 de septiembre de 2008

BUENA PROTECCIÓN. (Una reflexión sobre las cubiertas en los edificios).

El hombre apareció en la superficie terrestre con una constitución vulnerable en su piel, ante las inclemencias del medio ambiente, este hecho generó en él, interés de buscar protección y refugio. Su primera morada posiblemente fue la sombra de los árboles, de los peñascos o de cualquier elemento que genere una especie de techo sobre su cabeza y le brinde cobijo y seguridad ante las precipitaciones atmosféricas y del calor del sol. Su inteligencia y capacidad de razonar le hizo creativo ante esta realidad y de ahí surge después de ocupar las cuevas, la necesidad de generar el espacio habitable y su correspondiente protección, que es la cubierta. Por lo tanto podemos afirmar que la cubierta dentro del espacio y la arquitectura es un elemento fundamental, porque su rol, constitución material y formal siempre respondió y deberá responder a las características del contexto físico y cultural donde se encuentra. En la arquitectura espontánea tradicional, podemos encontrar ejemplos de cubiertas muy claros en su adecuada configuración y que responden a sus contextos, culturas, sus épocas, sus materiales, y sus tecnologías.



Muy cercanos a nosotros podemos visualizar las cubiertas de nuestros pueblos de la margen derecha del río Mantaro, como Sicaya, San Jerónimo, Mito y Orcotuna, hacia el sur el anexo de Huari por citar algunos de nuestro entorno cercano y el muy conocido Cusco de nuestro Perú, en donde se halla una unidad urbana de conjunto y una búsqueda formal individual, características que las hacen arquitectónicas. En la actualidad, es notoria la poca importancia que se da a la configuración de las cubiertas en los diseños arquitectónicos y su determinación, es dejada para el final, como un complemento secundario, sin el debido estudio de protección que debe brindar al edificio, su compatibilidad estructural con el cuerpo principal, el acondicionamiento ambiental para el espacio interno y sus características estéticas y culturales como objeto de la arquitectura. La determinación y la configuración de una cubierta en el diseño arquitectónico, tiene una connotación muy importante en el edificio, pues ésta, proporcionará el grado de protección, seguridad y personalidad al objeto, su funcionalidad, su forma, su relación con el contexto donde se encuentra y la adecuación a los patrones culturales del lugar. Efectivamente, en el periodo del planeamiento del proyecto, etapa muy importante en el proceso de diseño, para formular nuestro concepto arquitectónico, debemos tener bastante acuciosidad en observar y estudiar las variables de configuración de la cubierta para nuestro edificio a proponer y este análisis debe estar centrado en su aspecto funcional, formal, espacial externo-interno, estructural y constructivo, que conjuntamente con la tecnología acopiada por la teoría y nuestra experiencia en el campo, nos permitirá ser pertinentes en nuestra propuesta para nuestros tiempos actuales y su debida proyección. El planteamiento y concepción de la cubierta, al igual que todos los elementos constructivos que conformarán los espacios del objeto arquitectónico que estamos diseñando, debe realizarse desde las primeras ideas o imágenes que se forman en nuestra mente, escenas que nos puedan permitir visualizar los espacios que pretendemos proponer y su expresión formal. Para este fin es muy útil hacer uso del boceto y objetivar dichas imágenes en planta, corte, volumen, espacios interiores y espacios exteriores. En conclusión, nuestra preocupación por las cubiertas, estará centrada en lograr que el elemento cuente entre otras, con las siguientes cualidades:

  • Proporcionar protección
  • Ser liviana.
  • Estar geometrizada y modulada.
  • Ser funcional a las condicionantes del clima.
  • Delimitar vertical y horizontalmente al edificio.
  • Definir el espacio interior y exterior.
  • Dar forma al o los volúmenes.
  • Integrarse al contexto.
  • Mantener unidad o relación con los patrones formales, culturales y estéticos del lugar.
  • Su constitución constructiva debe tender a proporcionarle solidez.
  • Ser parte del sistema total de la estructura.


Autor oficial del articulo: JORGE SIHUAY MARAVI. Profesor principal de la facultad de arquitectura de la Universidad Nacional del Centro del Perú- Huancayo.

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